jueves, 23 de septiembre de 2010

22 S: Una noche nórdica con José González


Los Días Nórdicos de la Casa de América de Madrid sirvieron como excusa perfecta para traer a este sueco-argentino a Madrid para presentar su documental,
The Extraordinary Ordinary Life Of José González”.

Las entradas llevaban agotadas semanas (quizás más), y  tan sólo 2 días de la celebración del evento supe de su existencia , así que las 48 horas previas a su celebración fueron, a grandes rasgos, un intento ansioso de conseguir estar allí. Persistencia, resistencia y logro, una combinación cuanto menos exitosa.


A las 10 de la noche todos estaban allí. Algunos ya dentro , otros muchos esperando para entrar. El ambiente era cuanto menos curioso: una mezcla de parejitas enamoradas, modernos ahippiados y románticos empedernidos , que tomaron pacíficamente el Anfiteatro Gabriela Mistral, un espacio reducido  con un ambiente familiar presidido por pequeño escenario , adornado con una lona que ilustraba el mismo paisaje que la portada que el álbum de remixes de “In our nature” (Imperial Recordings , 2007): tres pinos “anclados” , todo muy sueco. Sencillo pero funcional. 


Media hora más tarde, José salía al escenario  desprovisto de banda, tan solo acompañado de su amada guitarra y , casi en “petit comité” , dejó sonar los primeros acordes de How low, una introducción que pretendía reflejar la esencia del repertorio que tenía preparado : una muestra clara de su línea más pura y desnuda.
Eso sólo fue el comienzo de un sinfín de regalos musicales ,que serían un repaso a través de sus tres trabajos entre los que destacarían verdaderas obras maestras como Broken Arrows o Abram.

Cycling trivialities
y Time to send someone away fueron quizás dos de los momentos más animados de la velada , que nunca perdió el hilo conductor que su maravilloso creador quiso seguir.

Así pues, cuando el ambiente ya estaba caldeado, llegó Down the line, el tema más enérgico de la noche que hizo que las cuidadosas manos del cantautor se potenciaran y dejaran a un lado la melancolía que le sirve de musa.
 


Poco después, la noche llegaría a su zenit de la mano de Crosses , el tema más cuidado y especial del cantante y,además mi favorito. De esos temas que evocan momentos que no crees que puedas volver a repetir, aunque te gustaría.Ayer cerré los ojos y esta canción me hizo volver allí. Un par de acordes sirvieron para ponerme los pelos de punta a mí y a todos los asistentes , que disfrutarían del estado de nirvana durante más tiempo del esperado, ya que este tema acabó casi empalmando con Heartbeats, otro de sus grandes éxitos.
Si tuviera que poner una pega al concierto quizás sería esta, la de casi superponer estas dos joyas, impidiendo que su belleza sea degustada por separado, de manera más cuidadosa.

Así pues, fue u
n repaso intenso por su fructuosa carrera, desde Veneer(2003)  hasta In our nature (2007) , en el que no olvidó temas como Hand on your heart de Stay in the Shade (2006), que sirvió de bis y sorprendió a más de uno.

Finalmente, La esperada
Teardrop-cover del temazo de Massive Attackcerró un concierto mágico, inesperado y , sobre todo, muy personal.




José González, Cada de América de Madrid. 22 Septiembre 2010


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